Ahora que termina el cumplimiento de la felicidad ya consumada, vuelve bajo la forma del recuerdo la esperanza que nunca nos defrauda, la flor de la promesa que era el sueño de la savia creciente en la semana. La sangre que pujaba en el deseo. Y los días de fiesta, que fracasan. Enrique Andrés Ruiz (Los verdaderos domingos de la vida) Camino despacio hacia la casa familiar. Es domingo. Y fiesta de guardar. El sol transparenta las hojas de las moreras, más intensas aún en su amarillo, recortadas en el cielo azul y frío de diciembre. Las calle está llena de gente, de destellos, de esa calma serena que tienen los días festivos, de ese silencio contenido en murmullo. Si alzo aún más la vista, me encuentro con la ventana del dormitorio de mis padres. He estado allí tantos domingos que mirarla desde fuera es también, inevitablemente, mirarla desde dentro. El sol alcanzando el alféizar, los azulejos del suelo, el banco qu...
Blog personal de Lola Mascarell. Historias cotidianas, del aula a la poesía